sábado, 14 de marzo de 2009

Plan de formación; borrador inicial

Tras el análisis y síntesis grupal de las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas del proyecto, hemos procedido a la redefinición del mismo. Para ello, nos hemos reubicado en tres grupos, para el bosquejo de los tres pilares estratégicos:


- el replanteamiento del proyecto en sí, definiendo explícitamente el horizonte del mismo, y el sistema de valores que habrá de sostenerlo,
- el Plan de comunicación, tanto a nivel interno como externo, y
- el Plan de Formación, del que fue encargado nuestro grupo


CARACTERÍSTICAS DEL PLAN DE FORMACIÓN
Durante el diseño del citado Plan de Formación, hemos definido en primer lugar qué características queremos para el mismo. Estas son las siguientes:
1.- Contenidos:
El plan de Formación debe cubrir dos tipos de aspectos formativos:
  1. Técnicos: Relacionados con las acciones formativas sobre la lactancia materna propiamente dicha.
  2. Metodológicos: Relativos al método de trabajo de los participantes, el diseño de nuevos proyectos, y las capacidades directivas innovadoras.

Los aspectos técnicos tienen como estándar de calidad los cursos oficiales según la metodología de la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN), y la Organización Mundial de la Salud. Sobre la base de esos contenidos oficiales, habrán de desarrollarse las competencias propias del proyecto, que faculten a los profesionales no sólo para mejorar su nivel de conocimientos en lactancia materna, sino para ser capaces de generar nuevo conocimiento y transmitirlo.

2.- Gradualidad:

Dado que el grado de conocimientos sobre lactancia materna de los profesionales es heterogéneo, se debe ofrecer un itinerario formativo capaz de absorber a cada uno de ellos en el nivel que le corresponda, por una parte, respetando la equivalencia con los programas formativos oficiales, por otra, llevándolos por afluentes similares a unirse al mismo río.

Los límites de la actividad formativa han de abarcar desde los profesionales eventuales, con contacto esporádico con el proceso de maternidad y crianza, hasta los futuros directores del proyecto global.

3.- Orientado a la práctica:

Todos los profesionales deben ser capaces de solucionar los problemas más comunes relacionados con el amamantamiento desde los niveles más elementales de su formación, y terminarla estando capacitados para participar en la dirección del proyecto. La formación oficial habrá de completarse, cuando sea necesario, para que las acciones formativas sean eminentemente prácticas, potenciando la incorporación de la propia experiencia a los contenidos en las sucesivas ediciones.

4.- Diseño temporal del plan de formación:

En los servicios que interactúan con las madres lactantes conviven profesionales con distintos grados de estabilidad laboral. Se debe facilitar que la formación se pueda realizar en cualquier momento, independientemente de la temporalidad de la contratación. Toda persona relacionada con la atención a madres y niños lactantes ha de tener la oportunidad de formarse durante su relación laboral con la institución, como mínimo en el nivel elemental.

5.- Destinatarios:

El plan de formación será abierto a todos los agentes intervinientes en el proceso, entre los que se deben encontrar las madres, y los profesionales en formación de pregrado. Debe ofrecer un adecuado equilibrio entre la comprensibilidad y el necesario nivel científico.

ESQUEMA PROPUESTO

Para unificar todos los aspectos se propone un sistema progresivo en tres niveles, al que se añadiría una formación elemental de acceso para el personal eventual.

Cada uno de los niveles difiere, esencialmente, en la proporción en que los contenidos hacen énfasis en la formación técnica o metodológica, siguiendo la evolución natural del aprendizaje. Así, la educación en el nivel Primario sería esencialmente técnica, mientras que, a medida que el alumno se implica en el proyecto, se incorporarían paulatinamente contenidos relacionados con el desarrollo y gestión de nuevas acciones innovadoras. A medida que el alumno avanza en el proceso formativo, lo hace su implicación en el proyecto capacitándolo para participar activamente en la formación de los niveles inferiores.

Para decidir el nivel de acceso de cada alumno, se plantea la posibilidad de la realización de una prueba de nivel autoadministrada, cuyos resultados podrían servir, además, de indicador del nivel de formación de los profesionales que acceden a los mismos.

La diferenciación en niveles favorece la homogeneidad entre los cursos, permitiendo que distintos colectivos (madres, pregrado, profesionales de distintas categorías), puedan coincidir en el mismo espacio formativo. Esta heterogeneidad entre los distintos alumnos debe considerarse deseable, y por tanto ha de potenciarse activamente, pues permite que cada curso se convierta en un nuevo espacio de comunicación.

Por último, el diseño de los contenidos ha de incluir su equivalencia con programas formativos oficiales, para favorecer que el currículo formativo de los profesionales permita su movilidad más allá de nuestra zona de salud, incorporando los estándares nacionales e internacionales en relación con la lactancia materna.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Un modelo para innovar; Roberto Carballo

El artículo, que se puede encontrar en el enlace http://www.madrimasd.org/revista/revista40/tribuna/tribuna1.asp#_ftnref24, es una síntesis, realizada por el propio autor, de su modelo de innovación para organizaciones y empresas desarrollado a lo largo de su carrera.

Presentado de manera didáctica y secuencial, el artículo empieza por una descripción del modelo de innovación seguido, aborda las variables claves que deben ser consideradas, y explicita los valores fundamentales asociados. Concluye con una síntesis del recorrido seguido.

Para este modelo la experiencia es el fundamento de todo proyecto, matizada por la utilización de un método lo suficientemente flexible, y de la monitorización inicial durante las primeras etapas. Parte de la convicción del potencial creador y dinamizador de los grupos de trabajo, que son considerados capaces de altas cotas de calidad en la consecución de resultados, tras un mínimo período de aprendizaje.
Al principio de la innovación no está el Verbo, sino la necesidad, la insatisfacción, la inestabilidad. La relación entre el proveedor de servicios y el cliente se encuentra en una situación de inadecuación, las necesidades y expectativas no se ven correspondidas en nuestra actividad habitual.
A pesar de su potencial de movimiento, es precisa la aparición de una idea, un proyecto común, una sensación de pertenencia, para que la necesidad germine en innovación. La ausencia de proyecto lleva a la inacción y la desesperación.

El éxito del proyecto es presentado como el resultado de una secuencia de estrategias consecutivas, ligadas intensamente entre sí:
- La primera de ellas es el análisis del Cliente. Sin conocer sus necesidades y expectativas, el sentido del proyecto estará desde el primer momento mal dirigido, y abocado irremediablemente al fracaso.
- A continuación, definido el producto, es prioritario fijar sus características de Calidad. Trabajadores, directivos, y clientes se benefician, en distintos aspectos, de un producto bien terminado en las mejores condiciones. La calidad debe primar la rentabilidad.
- El proyecto así creado necesita, para pasar del papel a la palestra, de un adecuado sistema de Comunicación entre todos los agentes implicados: cliente, agente y directivos. La adecuación del producto, los problemas en su ejecución, los errores de proceso, deben ser conocidos y corregidos con transparencia y eficiencia, evitando así los desvíos del horizonte proyectado

A este esquema, en escritos posteriores añadirá el Dr. Carballo uno más. La adecuada marcha de las tres etapas previas hará que los agentes, mediante su experiencia, generen un Conocimiento propio, único, que podrán transmitir a otros.

El proceso debe ser conducido por líderes con unas características especiales. Se prima la horizontalidad, la empatía, la capacidad de comunicación y el trabajo grupal, frente a la jerarquía, la autoridad, la orden y el individualismo. Es en la responsabilidad compartida, y en los espacios de intercomunicación, donde el directivo innovador encuentra con éxito a su grupo de trabajo.

El viaje termina con los valores que se han creado durante el proceso. El proyecto exitoso genera un conjunto de valores, entre los que destacan el respeto, responsabilidad, mejora continua y calidad que surge del propio grupo.

Es atrayente la similitud antropológica entre este modelo de trabajo y las comunidades de cazadores-recolectores. La necesidad siempre está presente, y el ingenio del sapiens lucha por superarla. Los utensilios, las técnicas de caza, se perfeccionan continuamente, a la vez que se vela por la ortodoxia del ritual de la caza. La vida de cada miembro depende de su exquisita interrelación. Se reconoce la autoridad, pero en la medida que es necesaria una voz que guíe. Los sistemas de trabajo grupal cuentan con un apoyo en nuestras necesidades de pertenencia al otro, haciendo siempre agradable la tarea del nuevo día.